Ando en búsqueda del verso perfecto,
de las rimas más sublimes y bellas
del alivio que en la herida haga mella;
de entre lo exquisito, lo más selecto.
Tierno y constante soy en mis afectos:
sólo tengo por guía de mis huellas
la luz ciega que emana de mi estrella
y que siempre indica el camino recto.
Quién saber quiera ha de parar la oreja
pues a todo mal se encuentra solución;
por haber vivido un día cómo león
¿quién no diera sus cien años de oveja?
Teniendo en nosotros la fuerza de un tifón
¿quién trueca las alas por unas rejas?
Robestrébol
Escultura; Enfonsar els 20 dits a terra — Joana Serra