Resquicios de noche escapan de los pliegues de mis sábanas
dejes a luna llena y del sabor a sangrantes violencias.
Cómo no me ahogo cuando la lluvia me limpia,
cuando la lluvia me lleva
a mi mano envuelta a tu garganta
con diez surcos a la espalda por alas
y el éxtasis en cada embate
mientras se nos nublan los ojos y el sentido.
Cómo no me ahogo cuando el agua me limpia,
cuando el agua me eleva.
Robestrébol