¡Qué Maravilla
la Poesía Pura!
Parnaso pa’ella!
Quiero saber el sabor desde lejos, como quién saca la lengua en la lluvia. Esta sed se sacia con cúmulos, cirros y estratos, con los pocos esbirros que tenga tu ansiedad.
Cuéntame sin piedad y en un ataque de texto qué es lo que logra ella cuando te toca. Que es lo que hace su boca, y yo leeré sus labios como si no pudiera oirnos nunca más.
Cuéntame cómo se viene y a dónde va en una nube de humo y sudor; dónde tu toque, un resplandor. Dime si hay más, si hay todo y si llueve entre sus besos, si sabe despertar el petricor de tus huesos y de tu piel.