Si durmiera mataría a un asesino en libertad;
suerte que estoy despierto y que amo a la verdad.
Voy cantando hardcore en medio de la ciudad,
una mierda me importa lo que piense la sociedad.
Porque mi propio hogar he tenido que okupar;
la vida se me ha ido por los designios del Tzar.
No hay alivio, no hay lirio en el solsticio del dolor;
sólo ése sol negro que no sabe alentar calor.
A barrote y puñal, a cadena y botella rota
nos matamos sin piedad mientras la rueda rota;
ojos morados, porrazos y cuchilladas,
quemaduras, radios y tibias fracturadas
a manos de borrachos y policías;
qué de basura hay en nuestros días.