Adaptación de un relato escrito hace tiempo. Me encontré con ganas de presentarlo a un certamen en el que pedían escritos de 100 palabras y me he sentido con ganas de seguir compartiéndolo con quien quisiera leerlo.
Saludos.
Gotas de agua
–Perdóname –susurré a media voz.
Cayó una gota de agua sobre el charco al otro lado de la acera.
Ella callaba. Absorta, contemplaba cómo nacían y morían las ondas en el agua. Yo la miraba en silencio, esperando a que el nudo de la serpiente cordada dejara de oprimirme la tráquea. Pasó al lado una ambulancia con las sirenas encendidas. Alzó la vista del charco y me miró cómo se mira a un acusado dos pasos más cerca del patíbulo.
–No puedo. Es imposible volver.
Me estremecí; en la luz de sus pupilas se leía un auténtico infierno de hielo.